Guitarra en mano.
tiemblan los nervios
de una canción,
la frescura de la ilusión
en cada minuto,
en cada silencio,
en cada golpe del corazón.
así empieza a sonar la voz del alma,
los ritmos de la sangre,
el susurro de las raíces.
Comienza el concierto
y Salvador se reparte entre el publico
metiéndose en cada hueco
en cada rincón con su voz, con su poesía
llevándote de viaje en un sueño,
desde la alegría
hasta la reflexión,
hasta llegar a la mas pura emoción, y te deja ir en una sonrisa.
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